domingo, 30 de noviembre de 2014

SILENCIO POR FAVOR, BORIS IZAGUIRRE, ESCRITOR,./ VIAJANDO CON CHESTER,

TÍTULO: SILENCIO POR FAVOR, BORIS IZAGUIRRE, ESCRITOR,.

Resultado de imagen de boris izaguirre«Me apuntaría al embarazo masculino»

  • «Mi madre era tan heroica como Rosalinda Fox, ella nos ha dado una lección extraordinaria de cómo sobrevivirla»,.

    -foto,. BORIS IZAGUIRRE, ESCRITOR,.

    Si Flaubert era Madame Bovary, Boris Izaguirre es Rosalinda Fox, la espía inglesa que le ha inspirado 'Un jardín al norte'. Escrita en primera persona, la novela ve justo la luz cuando la madre de Boris expira. A sus 49 años, el escritor y 'showman' venezolano reflexiona desde Caracas sobre política, sexo, maternidad y las heroínas de su vida.
    Lo primero, darle el pésame.
    Si la hubiera conocido... Mi madre era una mujer tan estupenda, moderna y tolerante... Hasta el último momento nos dio lecciones extraordinarias de cómo sobrevivirla.
    Le noto muy entero.
    En el funeral nuestros amigos no sabían qué decir porque nos veían perfectos. Pero es que estábamos preparados. Mi mamá estaba feliz de haber vivido 80 años plenos y no le iba a permitir al cáncer que cambiara eso.
    ¿Le va a inspirar ella su próxima novela?
    De momento estoy muy contento con Rosalinda Fox. Yo la veo como una supermán sin capa, pero con bolso.
    ¿Y a su madre?
    Mi mamá cuando yo era niño se compraba grandes pañuelos que yo luego convertía en capa. Iba con capa al colegio. Creía que tenía superpoderes. Y ella, lejos de reprimirme, me animaba. Mi madre también fue heroica. Por eso yo prefiero un mundo de mujeres. Los hombres somos un estorbo.
    Rosalinda inventó su propio personaje. ¿Boris también?
    No. Yo nunca he dejado de ser yo mismo.
    ¿Se siente tan aventurero como Fox?
    Qué va. Yo tengo una vida muy cómoda. El mayor miedo que he podido pasar es casarme con mi marido. Con el casamiento vienen dos cosas tremendas: la fidelidad y el divorcio.
    ¿Le cuesta ser fiel?
    A los escritores nos encanta explorar y empujar los límites hasta que de repente estás en el precipicio.
    ¿Ha estado ahí hace poco?
    No. Ahora estoy cómodamente sentado. Rubén, mi marido, me ha enseñado a vivir en la playa. Chapoteamos por la mañana en Miami junto a los jubilados.
    ¿Ha pensado en tener un hijo?
    Mis novelas son mis hijos. Y yo soy el hijo de mi marido. Soy como un niño. Todo el tiempo hay que estar regañándome.
    Eso suele ocurrir con la gente juguetona, artística.
    El programa que estoy haciendo en Telemundo se titula 'Yo soy el artista'. Y aunque mi papel es de jurado, me he robado el 'show' directamente.
    La espía Fox estuvo al lado de muchos poderosos, como el pequeño Nicolás...
    El pequeño Nicolás es la demostración de que hemos involucionado. Es hijo de la corrupción, una víctima del 'selfie'. Pero sus padres intelectuales son los líderes políticos.
    ¿Cuál fue el mayor mérito de la duquesa de Alba?
    Ser la duquesa de Alba. Y una mujer que todos los días de su vida fue interesante, una estrella del pop. Me fascinaba su mirada. Sentías que la historia te estaba mirando.
    Isabel Pantoja va a montar un coro en la cárcel, dicen...
    Ella va a convertir esa cárcel en la máxima rehabilitación de su persona, en uno de los mejores capítulos de su biografía.
    Como venezolano, ¿ve la sombra del chavismo en Podemos?
    No lo sé. Todavía estamos intentando descubrir a Pablo Iglesias. Pero a mí me da muchísimo más miedo la impunidad de la corrupción que Podemos. La corrupción puede destruir la democracia.
    ¿Y el chavismo no la ha destruido?
    Lo conozco menos porque no he vivido ese proceso. Además, nunca me ha ido bien cuando he hablado de política...
    ¿Es partidario de ser padre a través de un vientre de alquiler?
    Sí, es una decisión que Rubén y yo nos planteamos. Pero necesitaríamos más ingresos y reorganizar nuestro calendario. Quizá la ciencia evolucione aún más y podamos quedar embarazados los propios hombres.
    ¿Se apuntaría?
    Absolutamente. Si me pilla con el cuerpo en condiciones me apuntaría encantado.

    TÍTULO: VIAJANDO CON CHESTER, 

    Domingo a las 21.30 horas

    -foto-Risto Mejide y su Chester viajan este domingo con dos 'poderosos caballeros'

    El exjugador del FC Barcelona, Johann Cruyff, y el fundador de Telepizza, Leopoldo Fernández Pujals, emprenden camino acompañados de Risto Mejide para charlar sobre sus diferentes trayectorias profesionales, marcadas en ambos casos por astronómicas cifras de dinero.

    Dicen que el dinero no cambia a las personas, pero sí todo lo que está a su alrededor. O que ser rico no da la felicidad, aunque ayude a conseguirla. 'Viajando con Chester' emprende camino esta semana con dos invitados que saben mucho de dinero y de sacarle rentabilidad a sus carreras profesionales para comprobar qué hay de verdad en estos dichos populares. El icónico jugador y entrenador del FC Barcelona, Johan Cruyff, y el fundador de Telepizza, la primera gran cadena de comida rápida española, Leopoldo Fernández Pujals, se sientan este domingo a las 21.30 h, en dos sofás muy diferentes conectados por un 'poderoso caballero'.

    Johan Cruyff: "Soy un hombre que más o menos sabe lo que vale cada uno, así que yo domino el dinero en el vestuario"

    Ha sido uno de los mejores jugadores de fútbol de todos los tiempos, y por si fuera poco, agrandó su leyenda siendo el entrenador del mejor FC Barcelona de todos los tiempos (con permiso de Pep Guardiola). Johan Cruyff viaja con Risto y Chester con la misma premisa de control y dominio de la situación que le gustaba ejercer en el terreno de juego. No en vano, tiene clara la clave de su éxito: “El mejor será siempre quien domine el balón, porque sólo hay un balón en el campo. Si lo tengo yo, no lo tienes tú, y mientras lo tengo yo, yo decido lo que está pasando. Estoy bastante orgulloso porque ahora veo que muchos de aquellos jugadores son entrenadores y repiten el proceso”.

    Cruyff fue, en todos los términos, un hombre revolucionario que supo ver la visión empresarial del deporte rey. Fue de los primeros jugadores en tener un manager que se encargara de su representación y sus contratos. “Cogí a mi suegro. Me aconsejó, me dijo que no estaba recibiendo un trato justo por parte del Ajax. Yo tenía un contrato de juveniles, pero jugaba siempre en el primer equipo. Fuimos a hablar un día con la junta y les dije que no se estaban portando bien, que no me pagaban el sueldo del primer equipo. No era justo”.

    Con fama de pesetero¸ durante meses mostró su disconformidad a no recibir dinero por lucir publicidad de una marca deportiva que le usaba como imagen: “Estamos hablando de hace 40 años, en ese momento la publicidad en el fútbol y en el deporte era muy poca. Y entonces llegaron las grandes empresas que querían que lleváramos la camiseta sin pagarnos. Yo les dije,  ‘Tú vende la camiseta, pero sin mi cara; con mi cara, hay que pagar’. Como no nos pusimos de acuerdo, en vez de las tres rayas del logotipo oficial, quité una y jugaba con dos. Tenía una camiseta diferente a la de todos”.

    Su afán por controlar la situación económica se mantuvo también en sus años como entrenador. Cruyff negoció los sueldos de jugadores clave como Guardiola o Stoichkov. “Yo soy el jefe del vestuario. Y en el vestuario se sabe todo. También lo que gana cada uno. El número 10 no puede ganar más que el número 1. Soy un hombre que más o menos sé lo que vale uno, así que yo domino el tema del dinero en el vestuario. Siempre, toda la vida lo he hecho”.

    Leopoldo Fernández Pujals: "Las diferencias entre ricos y pobres no las ha de solucionar el estado"

    Es el empresario modelo. El hombre hecho a sí mismo que hizo una gran fortuna gracias a la excelente mezcla de mucho trabajo, esfuerzo y una idea visionaria. Después de años haciendo pizzas hasta altas horas de la madrugada, el hispano-cubano Leopoldo Fernández Pujals alumbró la que sería la cadena española líder en comida rápida, la pionera Telepizza: “Tuvimos muchas peticiones de franquicias y nos extendimos por toda España. Salimos a Bolsa, las acciones se dispararon y no paramos de crecer. Decidí vender la compañía y me pagaron 370 millones de euros. Así me hice rico”.

    Su trayectoria no se quedó ahí. Años después entró a formar parte de Jazztel. “Cuando llegué me di cuenta de que éramos pequeñitos y que no podíamos competir con las grandes. Vi que la facturación de ADSL crecía y crecía y decidimos meternos ahí para hacer negocio. Y ha salido bien”. Tanto es así que ahora que la compañía ha sido vendida a la francesa Orange, y por ello, Leopoldo recibirá más de 400 millones de euros por la venta.

    Con una trayectoria plagada de éxitos, Fernández Pujals se ha forjado una opinión muy clara y concisa acerca de gobiernos, políticas económicas y neoliberalismos: “No conozco la reforma laboral de España, en Jazztel no hemos despedido a nadie acogiéndonos a esta ley. Yo soy liberal y creo que el problema de la crisis y la brecha social radica en la formación. En las escuelas deberían formar a futuros empresarios y emprendedores, para que hagan lo que yo he hecho. Las diferencias entre ricos y pobres no las ha de solucionar el estado”.

    Y cómo no, también tiene su propia opinión sobre el partido político del momento, Podemos: “El discurso de Pablo Iglesias me recuerda al que escuché en 1959 de la boquita de Fidel Castro. El comunismo reparte pobreza, punto. Categóricamente te lo digo yo, y si no, ve a Cuba. Y no hables con la casta totalitaria de izquierdas, habla con el pueblo”.

REVISTA XL SEMANAL- EN PORTADA, EL BLOC DEL CARTERO, PARALISIS CELEBRAL, ¡ A MOVERSE TOCA! / LA CARTA DE LA SEMANA, , MARCO, POR LA CERCAS,.

TÍTULO: REVISTA XL SEMANAL- EN PORTADA, EL BLOC DEL CARTERO, PARALISIS CELEBRAL, ¡ A MOVERSE TOCA!,.

En portada

Parálisis cerebral, ¡a moverse toca!

«Será un vegetal». La sentencia se repite. Los padres de niños con parálisis cerebral están acostumbrados a escucharla. Este destino de apariencia irreversible, sin embargo, no siempre se cumple. En la Fundación Nipace, en Guadalajara, pionera en el uso de unos trajes que están revolucionando los tratamientos, muchos de estos pequeños descubren todo de lo que son capaces. De caminar incluso.
"Las personas son buenas" Ramón Rebollo lo dice mientras mira a su hija mayor, que se esfuerza por levantarse, quedarse erguida, sentarse... Aspectos del desarrollo que los bebés suelen aprender en su primer año de vida. Raquel Raquelilla la llama él, sin embargo, tiene 16. «En el parto hubo dificultades recuerda su padre. Le faltó oxígeno y no sé... Algo sucedió». Pasaron los meses y siempre tenía los puños cerrados; los músculos, rígidos. Sentarse, gatear o andar eran para ella acciones imposibles.Antes del año, un neurólogo les soltó a sus padres el mazazo: «Su hija tiene parálisis cerebral. El daño que sufre es irreversible». Es decir, al igual que otras 120.000 personas en España, una alteración en su cerebro obstaculizaría de por vida la conexión entre su cerebro y sus músculos. Raquel les dieron a entender nunca se levantaría sola, ni se sentaría ni caminaría... Por eso, hoy, Rebollo observa a su hija y sonríe, se derrite, insistiendo en su admiración hacia el prójimo. «Que sí, que las personas son buenas. No imaginas cuánta gente nos ha ayudado en estos años. Sin ellos, todo esto no sería posible». Lo dice y señala alrededor.
La sala de rehabilitación de la Fundación Nipace, pintada de vivos colores, tiene aspecto de guardería. Máquinas, aparatos, una piscina... Rebollo rebosa orgullo. Esta es la gran obra de su vida, el centro neurálgico de la entidad que él y su mujer, Raquel de los Santos, crearon en Guadalajara hace una década para ayudar a niños como su hija.Y eso que no era su intención llegar tan lejos. «Cuando nos dijeron lo que Raquelilla tenía rememora, nos pusimos a buscar como locos terapias para ella». En un centro de Madrid encontraron una llamada Vojta; más adelante, en Pamplona, otra denominada Petö.
Raquel tenía cinco años y empezaba a abrir las manos, movía un poco los brazos, aprendía lentamente a sujetar cosas, a gatear, a levantarse... Hasta que un día sintieron que no avanzaba más. Una noche, en Internet, hallaron algo diferente. En Mielno, en el Báltico polaco, una clínica practicaba una terapia con un traje especial, conocido como órtesis Adeli, que ayudaba a los pacientes a ganar fuerza muscular, funcionalidad, resistencia, coordinación y equilibrio. Todo aquello de lo que carece alguien con parálisis cerebral... O un astronauta que regresa del espacio.
«En la web de la clínica prosigue Rebollo explicaban que, desde los años setenta, los cosmonautas soviéticos utilizaban estos trajes para evitar las graves alteraciones musculares que produce la ingravidez prolongada. Decían que sin él, al regresar a la Tierra, sus movimientos eran como los de una persona con parálisis cerebral. A partir de ahí, lo habían adaptado para hacer rehabilitación con niños como nuestra hija. Y con grandes resultados».
Con casi seis años, Raquel conoció Polonia y los efectos del Adeli sobre su cuerpo. Durante un mes, en largas sesiones, el sistema de cuerdas y gomas elásticas del traje presionó sus músculos para ayudarla a crear, a base de repeticiones, posturas y movimientos que nunca había podido aprender. «¡Fue impresionante! recuerda su padre. Incluso, con ayuda, dio algún paso. Volvimos a los siete meses y se soltó con el andador». Pero había un problema. Y muy gordo: el dinero. «Eran 7000 euros. Sumando avión, estancia y gastos de un mes subía a 14.000 detalla. Nos ayudó la familia, pero la solución estaba clara: teníamos que traerlo a España». La semilla de Nipace acababa de ser plantada.
Diez años después, la fundación ha atendido a más de 500 niños. «En todos ellos, ¡en todos!, hemos visto mejoría», afirma María Teresa Vega, directora de la fundación y experta en fisioterapia pediátrica. Es decir, Vega y su equipo de 'fisios', logopedas y expertos en terapias rehabilitadoras han conseguido que la conexión entre los cerebros dañados de esos niños y sus músculos mejore notablemente.Porque eso es, básicamente, lo que les ocurre a estos niños. «Existen varios grados de afectación explica Vega. Hay casos muy graves con alteraciones físicas, retraso mental o convulsiones, pero lo que todos comparten es, básicamente, que cerebro y músculos no consiguen entenderse». Piense, por ejemplo, en un bebé que aprende a sujetar un objeto, a gatear, a caminar; cada vez que lo intenta y falla, su cuerpo acumula información hasta que, a base de repetir y repetir esa acción, alcanza su objetivo. Un niño con parálisis cerebral no consigue hacer ese proceso por sí mismo.
«Con estos trajes, a base de repeticiones añade Vega, buscamos que aprendan el movimiento correcto, que creen esas funciones que nunca desarrollaron, esas sinapsis que no fueron capaces de crear siendo bebés». Y lo consiguen.Por eso, tras haber visto los avances de ese medio millar de niños, la directora de Nipace sostiene que sus cerebros, en realidad, distan mucho de estar 'paralizados'. «Se llama 'parálisis cerebral' porque la lesión que sufren (normalmente entre el embarazo y los cinco años, cuando el cerebro alcanza el 90 por ciento de su peso) provoca un mal funcionamiento de las áreas encargadas del movimiento. Pero lo cierto sostiene Vega es que sus cerebros siguen muy pero que muy activos».
Esta mañana hay sesión intensiva en Nipace. Ocho niños reciben un programa de neurorrehabilitación de un mes de duración y tres horas diarias. A todos, como a Raquel, que ya usa muletas, alguien vaticinó en su día una existencia vegetal. Álvaro, el mayor, tiene 16 años; Lucía, la más pequeña, cuatro. Ajenos al pronóstico que los condenaba a la atrofia eterna, los chavales, embutidos en órtesis Adeli y Therasuit la versión norteamericana del invento se ríen, estiran brazos y piernas y alguno incluso camina. Pegados a ellos, los 'fisios' estiran y aflojan gomas y cuerdas, los sujetan e interactúan con ellos.
«Siempre celebramos los cumpleaños y nos disfrazamos por Halloween o Navidad cuenta Lucía, fisioterapeuta. Les proponemos juegos, retos; que se motiven para hacer el esfuerzo». Un paso, ascender un escalón, sujetar un vaso... son siempre acciones que celebrar. En especial, para los padres. «El día que vi andar a Laurita fue una locura. Envié el vídeo a todo el mundo rememora Fernando de Yarza, un maño cuya hija pasa las tardes de los lunes en Nipace desde hace dos años y medio. Después de que los médicos me dijeran que nunca haría nada semejante... Imagínate».
Beatriz de Manuel también festeja los logros de su hija de cuatro años. «Lucía no sabía girar la mano hacia arriba. Pues el otro día me puso la mano así y me pidió pipas suspira. Ahora gatea, se sube al sofá, se sienta contra la pared... Me pregunta: Mamá, ¿voy a andar sola?, ¿podré ir a clase de baile? suspira otra vez. Es duro. Hace poco consiguió abrir un bote. Cuando consigue hacer algo sola, es que...». Ninguno de estos padres pensó que algún día vería a sus hijos haciendo lo que hacen hoy. Los llaman 'luchadores' y hablan de 'milagro', pero lo cierto es que fueron ellos quienes encajaron el primer golpe y asumieron que las necesidades de sus hijos iban a requerir de su parte un constante sacrificio.
«La fortaleza, el ánimo, no quedarte paralizado ante la situación, es el primer paso para ayudarlos sostiene Paloma Martín, la madre de Jorge. Y el dinero. De tu capacidad económica depende el bienestar de tu hijo. Yo trabajo para que pueda tener la mejor terapia, la mejor silla; para darle lo mejor». En sus ocho años de vida, Jorge ha pasado por atención temprana, fisioterapia, hidroterapia, logopedia, equinoterapia y el método Fay de estimulación multisensorial, hasta llegar a Nipace. «Solo lleva una semana, pero lo veo más activo que nunca dice su madre. A la hora de andar, antes lo sujetaba por los hombros, ahora lo llevo de un brazo. Tiene mejor equilibrio. Yo pensé: ¿Son imaginaciones mías?. Pero no, me dicen que sí, que avanza. Ha merecido la pena».Los padres de Ainara, una niña de tres años de Vallecas, popular barrio de Madrid, opinan igual. «Es un dineral, claro asegura Óscar Pinela, su padre. Pero mejor gastarlo en esto que en cualquier otra cosa».
Diez años después del viaje de Rebollo y su familia a Polonia, los 7000 euros que pagaron entonces por un mes de terapia quedan lejos de los 2600 que cobra Nipace. La cifra, en todo caso, aún es de las que causa vértigo en muchos bolsillos, aunque exista un acuerdo con un banco para financiar a personas con menos recursos. «Queremos bajar las tarifas admite Rebollo. Pero necesitaríamos más ingresos. Yo busco hasta debajo de las piedras: subvenciones, donaciones, premios; organizamos campañas de captación de fondos, vendemos cestas de Navidad, llaveros, peluches, tazas, libros..., pero no podemos poner en riesgo la viabilidad de Nipace».
David y El Therasuit
Gracias a este traje terapéutico, David ha aprendido a andar a los cinco años. Y no descansa. Las gomas del Therasuit, en intensas sesiones, siguen presionando sus músculos para ayudarlo a mejorar el paso o, como en la foto de arriba, volver a una posición de partida. No está mal para un niño del que, tras nacer con 27 semanas, dijeron a sus padres: «No es compatible con la vida».

Jorge y el Athlant
Creado por científicos rusos, este traje (u órtesis) es el último avance en neurorrehabilitación llegado a Nipace. Un sistema inflable a lo largo de los músculos del tronco y las extremidades corrige el centro de gravedad y ayuda al paciente a quedarse de pie y a caminar. Gracias a él, Jorge de ocho años ha mejorado notablemente su equilibrio.

Pablo y el Lokomat
Este aparato de marcha robotizada es la gran joya de Nipace. Costó 266.000 euros y es el único para niños que hay en España. Se usa a partir de los cuatro años. Pablo tiene ocho. «Camina con muletas y arrastra los pies, los zapatos no le duran un mes cuenta Manuel González, su padre. En solo cinco días aquí, ya veo que empieza a levantarlos al andar».

Ainara y la terapia Spider
Un cinturón y unas bandas elásticas permiten a niños como Ainara aprender a andar, subir escaleras o sentarse. A sus tres años, los músculos de Ainara van venciendo la espasticidad (rigidez) que arrastra desde que, al nacer, con 29 semanas, sufrió un miniinfarto cerebral. «Tuvo suerte dice su padre, Óscar Pinela, salvo la movilidad, el resto de su desarrollo es normal».

El empuje de Raquelilla
Sin esta chica de camiseta amarilla, nada de esto existiría. Los padres de Raquelilla, Ramón y Raquel, crearon la fundación hace diez años ella tiene 16 mientras buscaban tratamientos para ella. En Polonia hallaron un revolucionario traje terapéutico y crearon Nipace para que otros niños también se beneficiaran de él. Raquel y sus progresos son hoy el gran símbolo de la fundación.
Los pasos de Laura
El médico me dijo que, con Laura, no había nada que hacer cuenta Fernando de Yarza, el padre de esta niña de Zaragoza. Por suerte, no le hice caso. Si no la hubiera traído aquí, su vida sería totalmente diferente». Desde 2011, padre e hija viajan a Nipace cada lunes y, una vez al año, Laura realiza un tratamiento intensivo. La pasada Navidad, sus padres la vieron caminar por primera vez.

TÍTULO: LA CARTA DE LA SEMANA,  MARCO, POR LA CERCAS,.

foto--Nuestro Amigo Marco y su Mono Amedio,.

Recuerdo haber entrevistado a Enric Marco en alguna ocasión. Y, claro está, recuerdo también el estremecimiento que producía su relato. Cualquiera que escuche en primera persona a una víctima de un campo de concentración nazi difícilmente podrá evitar un arañazo de impresión, y Marco presidía entonces la Asociación Amical de Mauthausen, en la que figuraban inscritos los supervivientes de la pavorosa 'solución final' de Hitler y compañía, siendo él uno de ellos. Al menos eso aseguraba. Los trabajos de un investigador de la historia concluyeron de forma documental que Marco mentía: jamás pisó un campo de concentración ni fue víctima de represalia nazi alguna por haber sido un luchador antifascista exiliado de la España de Franco. Era un impostor. Fascinante.
La figura de Marco merecía un análisis y unas cuantas gotas de literatura. Captó el interés de uno de los mejores dibujantes de pasajes y emociones que conozco y leo: Javier Cercas (El impostor, Random House, 2014). El autor de Soldados de Salamina se acercó temerosamente a la figura de Marco y lo ha desnudado en un libro, como otros de su factoría, inquietante e inevitable. Asegura el autor haber tenido miedo al libro, al compromiso de buscar en el fondo de la historia del impostor, pero el resultado desmiente esos temblores: la radiografía es tan pasional como impecable, haciendo verdad aquello de que a veces puede crear fascinación algo detestable, como una impostura semejante a la del barcelonés Marco, hijo de una cautiva de esquizofrenia que nunca acabó de reconocerle y de un padre desentendido y emparejado con una áspera borrachuza que lo maltrataba. Su infancia consistió en pasar de mano en mano, de familia en familia, sin acabar de encontrar nunca un ambiente adecuado para el afecto, yendo del anarquismo a la república y de la república a Alemania a formar parte de brigadas de trabajadores de intercambio que proporcionó el régimen de Franco al Tercer Reich. Y ahí empieza el cuento.
Cercas cita a Magris cuando este afirma que todo mentiroso, por colosal que sea, sabe que la mentira bien armada es aquella que contiene no pocos elementos de verdad. Creo que la cita es de Magris, pero ahora que lo escribo no estoy seguro; en cualquier caso podría serlo. La mentira colosal de Marco contenía, efectivamente, fragmentos de verdad, aroma a certidumbre, por cuanto Marco fue detenido por la Gestapo y encarcelado algunos días por algunas cuestiones menores relacionadas con el orden público. Es decir, en puridad, nuestro hombre sí estuvo detenido por los alemanes... solo que en un calabozo un par de días y no en los temibles barracones de Flossenbürg. Al poco fue devuelto expeditivamente a España y Marco comenzó, paso a paso, a reconstruir su vida, a inventar su historia con tanta precisión y detalle que nadie que le escuchara, ni siquiera auténticos protagonistas de la tragedia, podía sospechar que todo era producto de la fantasía.
Una vez desenmascarado al cabo de muchos años, después de haberse revelado como una referencia nacional y continental del sufrimiento, Marco fue convertido en una excrecencia social. A pesar de ello no se arredró. Defendió su proceder asegurando que gracias a su habilidad para la comunicación y su capacidad para seducir auditorios hizo de la causa de los represaliados un permanente altar de reconocimiento y respeto. Y es posible que así fuera: su habilidad en las diferentes performances en las que estuvo implicado estaban fuera de duda. Su argumento, por demás, guarda cierta similitud con el que utilizaron sin asomo de vergüenza los apologetas y partidarios de otra cuentista global, Rigoberta Menchú, la líder indigenista guatemalteca que también inventó una vida de penurias que ni con mucho se asemejaba a la realidad. El argumento era que ella no hacía otra cosa que «asumir la historia colectiva» y personificarla didácticamente para así transmitir el sufrimiento de un pueblo. Y tal y tal, cabría añadir.
A pesar de ello, Cercas sitúa a Marco en el fuego de los infiernos. Le condena, para ser más exactos. Pero antes desarrolla un esfuerzo en un intento de comprender al personaje. El debate del libro estriba también en si comprender es justificar. Cercas cree que no. El resultado está a la vista en un libro apetitoso. Juzgue usted mismo.